Por primera vez en el país se celebró ayer con un feriado la llegada del Año Nuevo Aymara, nominación que fue cambiada a última hora por Año Nuevo Andino Amazónico, cuyos rituales celebraron por separado el presidente Evo Morales, en Tiahuanacu, y el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, en Samaipata.
El Año Nuevo Andino-Amazónico se celebró con un feriado nacional, dispuesto por el Gobierno, para dar mayor realce a la fecha en la que se celebra el año aymara 5.518.
La historiadora cruceña, Paula Peña, sostiene que no existe un origen histórico en Bolivia de esta celebración que fundamentalmente la realizan las culturas agrarias de todo el planeta.
Ayer, el presidente Morales pidió paz y justicia social para su país, al inaugurar el Año Nuevo Aymara 5.518 en la antigua ciudadela de Tiahuanacu donde se realizaron rituales para recibir el solsticio.
“Venimos a renovar nuestra energía para la vida, para la naturaleza, pero también para un ciclo productivo”, declaró Morales a los periodistas, al remarcar la importancia de trabajar este año por la “unidad, la igualdad y la dignidad” de los bolivianos.
Los primeros rayos del sol llegaron al templo de Kalasasaya, en Tiahuanacu, pasadas las 7.10 de la mañana, para bañar a las miles de personas que se reunieron para celebrar el rito que fue dirigido por sacerdotes y líderes aymaras.
Por su parte, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, presidió la madrugada de ayer la fiesta del Año Nuevo Aymara en El Fuerte de Samaipata. En el acto estuvieron presentes indígenas del occidente y oriente, además de extranjeros.
Costas, a tiempo de dirigirse a la gran multitud que se dio cita al lugar, expresó la esperanza para que desde Santa Cruz se pueda construir una patria con esperanza, concordia, una tierra sin mal y sin perder la esperanza.
“El lucero del alba seguramente aparecerá con toda su fuerza. Cuando el lucero aparece quiere decir que va a ser un buen año”, manifestó Costas.
Por su parte, el capitán grande del Alto y Bajo Isoso, Bonifacio Barrientos, en representación de su cultura guaraní destacó el encuentro multiétnico registrado en dicha ocasión. Los rituales que empezaron a la medianoche del domingo, se prolongaron durante hora y media para finalmente en la madrugada recibir los primeros rayos del sol, que se hicieron esperar debido a la nubosidad y al frente frío que llegó a esa hora.
Asimismo, un grupo de indígenas aymaras que se sumaron al acto hicieron entrega de presentes al Gobernador cruceño en el encuentro. "Reciba esta energía" por el inicio del año nuevo, mencionó uno de ellos al colocarle una medalla con un sol que representa a la cultura tiahuanacota.
Los indígenas, extranjeros y gente del lugar que se dieron cita en El Fuerte de Samaipata bailaron junto al gobernador Costas, diferentes danzas tradicionales del oriente boliviano.
Este es el primer año que se celebra con un festivo de nivel nacional gracias un decreto de Morales, al que otros dos pueblos indígenas de la Amazonia y del Chaco de Bolivia le han pedido similar trato para celebrar sus propias festividades.
El Año Nuevo Aymara se celebró, al igual que en Tiahuanacu, en varios lugares de los departamentos andinos de La Paz, Oruro y Potosí, en el central de Cochabamba y el oriental de Santa Cruz.
El Año Nuevo Andino-Amazónico se celebró con un feriado nacional, dispuesto por el Gobierno, para dar mayor realce a la fecha en la que se celebra el año aymara 5.518.
La historiadora cruceña, Paula Peña, sostiene que no existe un origen histórico en Bolivia de esta celebración que fundamentalmente la realizan las culturas agrarias de todo el planeta.
Ayer, el presidente Morales pidió paz y justicia social para su país, al inaugurar el Año Nuevo Aymara 5.518 en la antigua ciudadela de Tiahuanacu donde se realizaron rituales para recibir el solsticio.
“Venimos a renovar nuestra energía para la vida, para la naturaleza, pero también para un ciclo productivo”, declaró Morales a los periodistas, al remarcar la importancia de trabajar este año por la “unidad, la igualdad y la dignidad” de los bolivianos.
Los primeros rayos del sol llegaron al templo de Kalasasaya, en Tiahuanacu, pasadas las 7.10 de la mañana, para bañar a las miles de personas que se reunieron para celebrar el rito que fue dirigido por sacerdotes y líderes aymaras.
Por su parte, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, presidió la madrugada de ayer la fiesta del Año Nuevo Aymara en El Fuerte de Samaipata. En el acto estuvieron presentes indígenas del occidente y oriente, además de extranjeros.
Costas, a tiempo de dirigirse a la gran multitud que se dio cita al lugar, expresó la esperanza para que desde Santa Cruz se pueda construir una patria con esperanza, concordia, una tierra sin mal y sin perder la esperanza.
“El lucero del alba seguramente aparecerá con toda su fuerza. Cuando el lucero aparece quiere decir que va a ser un buen año”, manifestó Costas.
Por su parte, el capitán grande del Alto y Bajo Isoso, Bonifacio Barrientos, en representación de su cultura guaraní destacó el encuentro multiétnico registrado en dicha ocasión. Los rituales que empezaron a la medianoche del domingo, se prolongaron durante hora y media para finalmente en la madrugada recibir los primeros rayos del sol, que se hicieron esperar debido a la nubosidad y al frente frío que llegó a esa hora.
Asimismo, un grupo de indígenas aymaras que se sumaron al acto hicieron entrega de presentes al Gobernador cruceño en el encuentro. "Reciba esta energía" por el inicio del año nuevo, mencionó uno de ellos al colocarle una medalla con un sol que representa a la cultura tiahuanacota.
Los indígenas, extranjeros y gente del lugar que se dieron cita en El Fuerte de Samaipata bailaron junto al gobernador Costas, diferentes danzas tradicionales del oriente boliviano.
Este es el primer año que se celebra con un festivo de nivel nacional gracias un decreto de Morales, al que otros dos pueblos indígenas de la Amazonia y del Chaco de Bolivia le han pedido similar trato para celebrar sus propias festividades.
El Año Nuevo Aymara se celebró, al igual que en Tiahuanacu, en varios lugares de los departamentos andinos de La Paz, Oruro y Potosí, en el central de Cochabamba y el oriental de Santa Cruz.
Una fiesta cuestionada
Los aymaras calculan que la cultura andina pervive hace 5518 años, una cifra que tratan de justificar por los teóricos y redondos 5.000 años de antigüedad que atribuyen a Tiahuanacu, sumados a los 518 años transcurridos desde 1492, cuando los españoles llegaron al continente.?
Sin embargo, la fiesta es cuestionada por algunos arqueólogos y antropólogos estudiosos de Tiahuanacu porque sostienen que la época aldeana de esta civilización puede remontarse como máximo al 1.200 antes de Cristo y su apogeo al año 700 de esta era.
Cinco mil años antes de la llegada de la conquista española “los habitantes de los Andes estaban saliendo de su etapa de recolectores y no tenían ningún sistema astronómico, ni calendarios”, dijo a EFE el arqueólogo Jedú Sagárnaga, investigador de Tiahuanacu. Los aymaras aparecieron alrededor del 1.200 después de Cristo y no tienen vinculación con Tiahuanacu.
Sin embargo, la fiesta es cuestionada por algunos arqueólogos y antropólogos estudiosos de Tiahuanacu porque sostienen que la época aldeana de esta civilización puede remontarse como máximo al 1.200 antes de Cristo y su apogeo al año 700 de esta era.
Cinco mil años antes de la llegada de la conquista española “los habitantes de los Andes estaban saliendo de su etapa de recolectores y no tenían ningún sistema astronómico, ni calendarios”, dijo a EFE el arqueólogo Jedú Sagárnaga, investigador de Tiahuanacu. Los aymaras aparecieron alrededor del 1.200 después de Cristo y no tienen vinculación con Tiahuanacu.
punto de vista
‘No existe un origen histórico’
Paula Peña
Historiadora
Historiadora
Lo que se celebra en esta época es el Solsticio de Invierno; es decir, el inicio de la época invernal y eso se celebra fundamentalmente en todas las culturas agrarias del planeta y evidentemente los aymaras lo han celebrado como otras culturas, pero en la historia del país no existe un origen histórico.
Si el presidente Evo Morales se refiere al feriado como Año Nuevo Andino Amazónico, él está excluyendo al Oriente y al Chaco boliviano, porque en esta región donde viven los guaraníes y otros grupos humanos no es ni Andes ni Amazonia y el oriente que es Santa Cruz, tampoco está contenida en esa declaratoria.
Si el presidente Evo Morales se refiere al feriado como Año Nuevo Andino Amazónico, él está excluyendo al Oriente y al Chaco boliviano, porque en esta región donde viven los guaraníes y otros grupos humanos no es ni Andes ni Amazonia y el oriente que es Santa Cruz, tampoco está contenida en esa declaratoria.
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