Depósito de la banca crece en 18,6% y se ratifica confianza

Los niveles de confianza son el fruto de un arduo trabajo realizado por todos los participantes del sistema financiero.

Pese a la incertidumbre generada por un rumor, al 31 de mayo del presente año, los depósitos en el sistema bancario nacional alcanzaron los 7 mil 372 millones de dólares, con un crecimiento de 1,117 millones de dólares en los últimos 12 meses, el cual representan un incremento de 18,6%, según el informe de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).
El secretario ejecutivo de Asoban, Marcelo Montero, explicó que el plazo promedio de los depósitos a plazo fijo (DPF) pasó de 586 días en diciembre de 2008 a 647 días en diciembre de 2009 y 708 días a mayo de 2010. Estas cifras demuestran de manera objetiva el crecimiento sostenido de la confianza de los bolivianos en el sistema bancario, dijo.
“En los últimos siete años, se ha observado como una constante la creciente confianza del público en el sistema bancario, reflejada en el aumento poco usual de los depósitos, en porcentajes y montos que no se han visto históricamente”, destacó Marcelo Montero.
El ejecutivo de Asoban, manifestó que los niveles de confianza son el fruto de un arduo trabajo realizado por todos los participantes del sistema financiero, tanto públicos como privados, dando respuesta oportuna a períodos de crisis de confianza y mejorando disposiciones normativas prudenciales y políticas de gestión de riesgos en los últimos diez años.
ANTECEDENTES
Explicó que “la merecida y creciente confianza del público” en el sistema bancario se produce como resultado de la oportuna respuesta a la masiva devolución de depósitos exigida por el público ante eventos políticos y sociales, suscitados en el país los años 2002 y 2003.
El 2002 se produjeron retiros por 541 millones de dólares en cinco semanas, como emergencia de los resultados de las elecciones presidenciales del 30 de junio y la incertidumbre posterior, mientras que en el año 2003 se produjeron dos retiros masivos por efecto de convulsiones sociales: 225 millones en febrero y 254 millones en octubre, en el lapso de alrededor de cuatro y cinco semanas.
“En estas oportunidades de crisis de confianza –recordó el secretario ejecutivo de Asoban- la respuesta fue inmediata, por una parte debido a que las entidades financieras, dada la situación política y social, mantenían saldos prudenciales de liquidez de alrededor del 38% respecto al total de los depósitos y por otra parte, a la oportuna atención del Banco Central de Bolivia a los requerimientos de material monetario que iban efectuando los bancos, lo que permitió que se devolvieran depósitos a los clientes, permitiendo retornar así la confianza en el sistema financiero”.
En este proceso de consolidación de la confianza del público en el sistema, la modificación de la Ley de Bancos y Entidades Financieras, las normas de prudencia emitidas y la aplicación de políticas de prudencia por parte de la banca permitieron reducir niveles de morosidad.
RESPONSABILIDAD
Posteriormente, se revierten los resultados negativos del inicio de la década, que fueron cubiertos con incrementos de capital y emisión de obligaciones subordinadas, y alcanzar buenos niveles de solvencia y solidez, informó.
“Dichos niveles han sido el sustento más importante para retornar a la estabilidad del sistema y reforzar la total confianza del público”, enfatizó Montero.
“Debemos recordar que los bancos prestan el dinero que depositan más de dos millones de ahorristas, es por esto que es un derecho para los depositantes el poder contar con la certeza de que las entidades financieras son solventes, que generan resultados positivos que permiten su capitalización y sostenibilidad en el tiempo, lo cual no es otra cosa que el producto de la existencia de una normativa de prudencia adecuada y del manejo de recursos por parte de banqueros con criterios profesionales y de autorregulación”, aseveró.
Estas sanas prácticas permiten mantener un sistema financiero sano, estable y solvente; condiciones positivas que hoy se hacen más evidentes con el escaso impacto de la crisis internacional en el sistema financiero nacional, dado que la banca boliviana, no obstante la inexistencia en el pasado de limitaciones para inversiones en el exterior, manejó los recursos financieros con prudencia, desechando la posibilidad de generar utilidades con actividades que prometían grandes rendimientos, a diferencia de lo que sucedió en otros sistemas financieros externos, aseguró.
BCP
Por otro lado, Montero hizo referencia a “la corrida de depósitos, oportuna y plenamente atendida por el Banco de Crédito BCP el pasado 10 de junio, como consecuencia de un rumor sin ningún fundamento.
Agregó que este hecho les advirtió de un delicado cambio en la percepción del público sobre la confianza en el sistema financiero.
“Lo sucedido nos debe llevar a una seria reflexión a todos los componentes del sistema financiero y los medios de prensa sobre la pertinencia de convertir a la banca en una fuente continua de noticias, tanto por los resultados que logra, como por las limitaciones que enfrenta por el exceso de liquidez, la escasa inversión privada y consecuente demanda de créditos disminuida, al igual que por las medidas que, según se anuncia, se estarían preparando para el sistema financiero, pues como lo demuestra lo acontecido, lo que se está logrando es cambiar la sensibilidad de los ahorristas, con el consiguiente riesgo para la estabilidad del sistema financiero en su conjunto”, dijo.

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