Las promesas del General Nina y del Defensor dilataron rescate de policías

Las promesas de las autoridades impidieron una acción más decidida de los familiares de los cuatro policías linchados en Uncía que fueron ultimados mientras se realizaba una “negociación” del Gobierno y los comunarios, reveló ayer el abogado Jhonny Castelú.

El representante legal de los deudos de esas víctimas fatales dijo ayer que el comandante general de Policía, Gral. Oscar Nina, “se comprometió” a rescatar a sus camaradas de baja graduación hasta el lunes 31 de junio, ocho días después de la denuncia de la desaparición.

El viernes 4 de junio, los cuerpos sin vida del suboficial 2do. Nelson Alcócer Casana, el policía Miguel Ramos Pañuni y los cabos Rubén Cruz Aruquipa, y Estéban Alave Arias fueron entregados por los comunarios al abogado Castelú en un punto neutral colindante a Uncía.

La Policía ni las autoridades del Ministerio de Gobierno facilitaron los medios para transportar los cuerpos, según Castelú, quien incluso narró que tuvo que recolectar los restos en bolsas de plástico.

Después de la noticia del secuestro de los policías, reportada el 23 de mayo, LA PATRIA informó que en una reunión entre autoridades del Ministerio de Gobierno y dirigentes de los ayllus de Uncía se determinó el plazo fatal hasta el lunes 31 de mayo para recuperar los cuerpos. El plazo llevaba implícita la advertencia de una intervención policial, pero al final nada de eso ocurrió.

Un factor de disuasión también fue la actuación del Defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien viajó a la población el fin de semana del sábado 30 y domingo 31 de mayo. Villena prometió permanecer en la región hasta lograr la devolución de los restos, pero retornó a La Paz y el lunes muy temprano ya apareció en varias entrevistas de televisión. En uno de esos encuentros con la prensa, el Defensor llegó a insinuar que la devolución de los cuerpos era cuestión de horas. 

El 31 de mayo Villena confirmó que los ayllus no se oponían a la devolución de los cuerpos.

“Los cuatro ayllus del municipio de Uncía no han rechazado la entrega de los cadáveres de los policías, eso queremos dejar bien establecido. No han rechazado ese pedido, ellos están en consulta con sus bases, respecto ese pedido de las diferentes instituciones”, declaró Villena.

Finalmente, Villena se quedó en La Paz y la gestión de la recuperación humanitaria se redujo a la participación de los familiares, el abogado Catelú y un párroco de la región.

POLITIZACIÓN

La constatación forense de que los policías fueron victimados mientras el Gobierno negociaba con los secuestradores y que uno de ellos fue ejecutado tres días antes de la entrega, “exasperó los ánimos de los familiares”, dijo Castelú que ayer confirmó la determinación de procesar a las autoridades responsables de la supuesta “negligencia” que derivó en la muerte de los uniformados.

En la Asamblea Legislativa, la oposición usó la oportunidad para cuestionar el principio de autoridad del Gobierno y anunciar un proceso contra Nina y el Ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.

“Hubo omisión de socorro”, dijo el opositor diputado Navarro a tiempo de reclamar que el presidente Evo Morales “debe votar al Ministro Llorenti, del gabinete presidencial”.

Pero el Ministro Llorenti acusó a Navarro de ser un “agente” de la oposición que “busca hacer política con el dolor de la gente”.

“Quieren generar violencia, enfrentamiento; ahora critican una supuesta negligencia, pero si se hubiera realizado la intervención hubieran criticado la intervención”, dijo el Ministro.

INVESTIGACIÓN

Aunque Nina intentó restar credibilidad al informe médico forense, Llorenti anunció una investigación hasta determinar e individualizar todas las responsabilidades y sanciones.

Nina dijo que el informe forense era un “comentario” y dijo que según la información policial, los cuatro policías “murieron simultáneamente”.

El Ministro Llorenti dijo que la investigación también determinará por qué razones los policías se encontraban fuera de su radio de acción y en un vehículo no oficial.


Nota : La Patria