Se dispara la cifra de niños abandonados

Datos. El 2009 se recibieron a dos recién nacidos abandonados; a la fecha ya hay nueve


Bolsas de plástico negras o trapos sucios fueron las envolturas que cubrieron a nueve recién nacidos que fueron abandonados, en la calle o en el hospital donde nacieron, en los primeros seis meses de este año. El número de casos alarma al albergue municipal, donde fueron acogidos.
Nueve bebés pasaron, hasta la fecha, por el albergue transitorio municipal de La Paz y la cifra preocupa a las responsables del recinto, porque también aumentó el número de menores de 18 años maltratados, violados o que salieron de su hogar por problemas con sus padres. Así lo confirma la coordinadora de la Línea 156 y encargada de recoger y velar por niños, adolescentes y jóvenes, Lilian Torrico Muñoz.
“En las gestiones pasadas recibíamos de uno a dos bebés por año, pero este 2010 se ha incrementado de una manera alarmante; a la fecha registramos a nueve bebés abandonados. También aumentó el número de casos de niños maltratados, violados o que salieron de sus hogares. Antes eran de 2.500 a 2.800, pero en los seis primeros meses de este año ya bordeamos los 2.000 casos”, manifestó Torrico. 
Explicó que el albergue municipal sólo debiera acoger a los niños por 72 horas, pero ante el hacinamiento de los centros de acogida administrados por la Gobernación paceña, las víctimas se quedan meses en la institución donde el sustento es solventado con recursos del municipio.
Cielito Montes, Wanda y Mario Christian (nombres convencionales colocados por las parvularias) son algunos de los bebés que reciben todos los cuidados del equipo del albergue.
Los bañan, alimentan, controlan su salud y les dan amor, “algo que sus madres no lo hicieron”, dijo una de las cuidadoras municipales.
Un ambiente está destinado a los recién nacidos hasta el año de vida. Andadores, cunas y pequeñas mesas redondas y estantes donde se guarda la ropa, sobre todo pañales, están dispuestos en este espacio que posee una temperatura cálida. Allí las parvularias ensayan de todo para hacer dormir a los bebés, incluso cantos de cuna.
Hasta ayer, cuatro niñas y dos varones permanecían en el lugar. Los otros tres pequeños ya fueron trasladados al hogar que administra la Gobernación, donde se quedarán hasta cumplir los 12 años si no son adoptados.
“Lamentablemente el albergue recibió este año demasiados bebés, algo que no sucedía en anteriores años. Las últimas semanas fue impresionante, porque recibimos por semana dos a tres bebés que fueron rescatados por el personal de la Línea 156, es el caso de la bebé que la dejaron en el mercado de Achumani dentro de una bolsa, a otra en Los Pinos. Son muchos los casos que nos asustan”, sostuvo la responsable del albergue, Eliana Sea de García. 
El albergue municipal, adecuado en una casona, tiene capacidad para acoger a 35 menores de cero a 18 años con ambientes para los diferentes rangos de edad. La esperanza es que este año se traslade a Mallasa, donde se construye una moderna infraestructura.

Depende de la alcaldía de La Paz
El albergue depende de la Oficialía de Desarrollo Humano de la Alcaldía de La Paz. En la entidad trabajan 10 parvularias, dos médicos, una enfermera, la psicóloga, una cocinera y sus ayudantes, profesores para la actividad física, otra para dar materias fundamentales, entre otro personal de apoyo.

“Las unidades educativas ya denuncian el maltrato”
La coordinadora de la Línea 156 y rescate de niños abandonados o maltratados, Lilian Torrico Muñoz, dijo que los profesores de las unidades educativas se convirtieron en sus aliados, pues “ellos informan del maltrato que sufren algunos niños de parte de sus padres; eso es ponderable, antes no lo hacía por prestigio del establecimiento”.

“Los bebés llegan con cuadros de desnutrición”
La doctora que atiende a los niños del refugio, Sandra Simón, sostuvo que los recién nacidos que son abandonados llegan a la institución “con cuadros de desnutrición de moderada a leve; eso quiere decir que, de los recién nacidos hasta los dos meses, no tuvieron una gestación adecuada; vienen desnutridos desde el útero”.

Eliana Sea de García
Debemos trabajar en la prevención
Como institución que beneficia a los niños, quisiéramos llamar a la reflexión a los padres como a los hijos para evitar que aumenten los casos de recién nacidos, niños y hasta adolescentes abandonados.
Cuando recibimos un bebé abandonado nos pone muy tristes a todos los que trabajamos en la institución, porque no es posible que una mujer tenga una maternidad tan irresponsable y que al momento de nacer el bebé lo abandone y, de la peor forma, en una bolsa de plástico, dentro del contenedor de basura o en la sala del hospital.
Las parejas deberían pensar, antes de concebirlos, si van a poder sacar adelante a los hijos que tengan y no traerlos al mundo para luego abandonarlos apenas tengan una situación económica inestable o por temor a la familia, debido a que la adolescente o joven depende de sus padres y su pareja desapareció.
Para prevenir estos casos, creo que urge trabajar más en la prevención, es decir, llegar a los jóvenes con mensajes educativos para evitar los embarazos no deseados. También hay que llegar a los padres, pues son los principales actores para que orienten a sus hijos sobre la educación sexual, no manejar el tema como un tabú, tomando en cuenta que los jóvenes de ahora tienen más instrumentos para enterarse todo lo que concierne al tema y a veces reciben información inadecuada.
Pero mientras existan niños abandonados, está la Línea 156 para dar un refugio provisional a los bebés, aunque lo que queremos es que las mamás ya no dejen a sus hijos en la calle, porque es una parte de ellas y de sus parejas.

Eliana Sea de García 
es la responsable del albergue. 

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