La presencia venezolana y cubana en los cuarteles bolivianos es cada vez más evidente lo que ha generado una comprensible preocupación en la oficialidad que no alcanza a comprender las causas de tamaña subordinación respecto a poderes extranjeros mientras Evo Morales se desgañita hablando contra la injerencia del “imperio” (EEUU) en Latinoamérica. En Venezuela se sabe que los que tienen el mando real de la Fuerzas Armadas son los cubanos debido a que Hugo Chávez no tiene mucha confianza en sus coterráneos. Recordemos que generales de su absoluta confianza como Baudel se le dieron la vuelta ante el giro autoritario que ha tomado su gobierno.
Ahora los cubanos y venezolanos quieren replicar esa especie de tutela sobre las Fuerzas Armadas bolivianas acogiéndose a un tratado de defensa que suscribió Evo Morales con Venezuela apenas llegó al gobierno.
Esa tutela no solo se está reflejando en el cambio acelerado de los planes de estudio en los diferentes institutos militares sino también en la absoluta adhesión a la doctrina militar venezolana, que como se sabe contempla un conflicto en la región a corto plazo.
La Escuela de Estado Mayor trabaja desde hace bastante tiempo en la elaboración de una “hipótesis de conflicto” que presume una invasión por parte de los Estados Unidos que usaría como pretexto la lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, ante el giro que han tomado los acontecimientos luego de que Hugo Chávez rompiera relaciones con Colombia luego de que este país presentó las pruebas que demostraban que la FARC y el ELN estaban utilizando el territorio venezolano como santuario, esta “hipótesis de conflicto” inicial está sufriendo algunos cambios.
Por instrucciones del presidente Evo Morales, el comandante en Jefe de las FFAA, Gral. Ramiro La Fuente ordenó a la Escuela de Comando y Estado Mayor elabore un plan de contingencia ante un posible conflicto colombo-venezolano.
Este plan, de acuerdo a la formulación inicial, contemplaría el envío de efectivos bolivianos a la región en conflicto. En este momento treinta miembros de la Armada boliviana, entre oficiales y suboficiales, se encuentran en Venezuela recibiendo capacitación, aunque lo más correcto sería decir que están siendo instruidos en la agresiva “doctrina militar bolivariana”.
Era totalmente previsible que Chávez, con la paranoia que lo aqueja, pretendiera generar un conflicto en la región como corolario de sus afanes mesiánicos. Lo que resulta preocupante es que el presidente Morales sin medir las consecuencias para el país, se esté adhiriendo a esos planes belicistas. Más preocupante aun resulta que el Alto Mando militar este actuando de manera obsecuente e irresponsable.
La llegada del canciller Nicolas Maduro a La Paz no es para pedir apoyo del gobierno en la reunión de Unasur, ya que Caracas sabe que cuenta con Evo de manera incondicional; la estrategia va por otro lado y tiene que ver con el rol que Chávez quiere que juegue Bolivia en los foros internacionales que trataran el conflicto colombo-venezolano.
Es evidente que Evo Morales le debe muchos favores a Hugo Chávez pero debiera darse cuenta que los recursos que recibe para aplicar su plan “Evo Cumple” no justifican que Bolivia haga en el exterior el papel de títere y menos aún que se derrame la sangre de un solo boliviano en la eventualidad de un conflicto que nadie desea, excepto, claro está, el sátrapa caribeño.
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