Mientras que la marcha de la Central Indígena del Oriente Boliviano (Cidob) se diluye en medio de las negociaciones con técnicos del Gobierno central, la del Movimiento Sin Tierra (MST) se agudiza ante la indiferencia de las autoridades nacionales.
Desde el sábado pasado la Cidob se encuentra enfrascada en una reunión con técnicos del Gobierno, pese a que ya se aprobó la Ley de Autonomías, negociando una plataforma de 13 puntos que afectan a los indígenas de tierras bajas, mientras que un grupo de 600 marchistas esperan resultados en San Ramón para decidir si continúan en cuarto intermedio o deciden declinar y concluir la caminata con rumbo a La Paz que vienen desarrollando desde el pasado lunes 22 de julio.
En el otro lado de la medalla se encuentran los integrantes del MST, quienes desde hace 12 días caminan con rumbo a la sede del Gobierno exigiendo una verdadera reforma agraria, el desarrollo integral comunitario y soberanía alimentaria, pero con la salvedad que hasta el momento las autoridades de gobierno no se dan por enterados de sus demandas.
En lo que se refiere a la Cidob, el presidente de la Cidob, Adolfo Chávez, dijo que además de la Ley de Autonomías tenían una plataforma con 12 puntos que son los que van a tratar de consensuar con los técnicos para luego pasar a manos de los ministros y proceder a su firma. “La marcha esta frenada esperando respuesta, pero también el frío los obliga a quedarse”, dijo.
Por su parte el vocero del MST, Edwin Arce, al tiempo de reconocer que sus demandas y necesidades están postergadas y sin ninguna respuesta por parte del Gobierno, dijo que hace 12 días que están marchando y nadie se les acercó para conocer sus demandas. “Si hasta mañana no somos atendidos bloquearemos la carretera Santa Cruz-Cochabamba, a la altura de Santa Fe de Yapacaní”, amenazó.
Al momento se encuentra parados en una vigilia en procura que las autoridades lleguen hasta Santa Fe para buscar el diálogo y encontrar una solución positiva a sus demandas.
Eligieron a las defensorías del pueblo de Bolivia y de Santa Cruz y a la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos como sus interlocutores y veedores válidos para poder abrir una puerta que permita el ingreso al diálogo.
Nota : La Estrella del Oriente
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