Sostuvo que hay necesidad de contrastar normas jurídicas, mapas para verificar el alcance de las demandas de la Cidob por lo que es necesario retomar las conversaciones en un ambiente adecuado.
Un día después de haberse frustrado el primer acercamiento entre el Gobierno y los dirigentes indígenas, el ministro de Autonomías, Carlos Romero, abrió, anoche, nuevas posibilidades de retomar el diálogo con la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) para explicar el anteproyecto de Ley Marco de Autonomías y conocer el alcance de las demandas de los marchistas.
Entretanto, la marcha de la Cidob continúa su paso por Santa Cruz, para luego pasar a territorio cochabambino y tomar rutas hacia Oruro y La Paz. Los dirigentes del sector exigieron la presencia del primer mandatario del Estado, Evo Morales, para reiniciar el diálogo, tras romper el mismo, el jueves, con el ministro Romero, a quien declararon como interlocutor no válido para debatir las demandas. Sin embargo, el Gobierno lo ratificó como vocero para tratar el tema.
ABRIR CAMINOS DE DIÁLOGO
En una visita a las oficinas de EL DIARIO, Romero, explicó que el hecho de establecer gobiernos autónomos y descentralizados en el país, no implica declarar una independencia de las regiones o de los pueblos indígenas respecto a la autoridad del Estado.
“Vamos a seguir abriendo caminos de diálogo”, sostuvo al explicar que no se puede efectivizar una conversación en medio de una medida de presión. Romero, enfatizó que la posibilidad de retomar el diálogo con la Cidob, continúa abierta, pero el mismo debe ser operativizado con los dirigentes en un ambiente en el que se pueda mostrar documentación, datos, mapas, proyectos y fundamentos.
“No vamos a dialogar con una marcha. Queremos dialogar con profundidad; es decir, con la representación de los indígenas, porque hay que contrastar normas jurídicas, demandas, mapas para verificar el alcance de sus demandas. Y en esto nos ratificamos”, aseveró la autoridad.
No obstante, lamentó que “la dirigencia haya preferido la imposición del lugar de la marcha por encima del debate acera del alcance de sus demandas”.
Al ser consultado si existe un nuevo plan del Gobierno para retomar el acercamiento con los indígenas, Romero, respondió: “ellos son los que tienen que decidir; nosotros hemos fijado Santa Cruz como el lugar del diálogo y los esperaremos allí en cualquier momento”.
DERECHOS INDÍGENAS
Los derechos de los pueblos indígenas son universales, así se ratificó en el convenio de 1969 de la Organización Internacional del Trabajo y en la declaración de Naciones Unidas del 13 de septiembre de 2007, donde se clasificó en tres categorías: derechos territoriales, culturales y de libre determinación,”, subrayó.
“Debemos establecer que la Ley de Autonomías responde a dos problemas estructurales no resueltos; primero la fractura entre el Estado y las regiones. Segundo, el divorcio entre el Estado y los pueblos indígenas originarios, conflictos que serán resueltos por la vía democrática. Debe entenderse que la autonomía no es independencia, tiene que interpretarse en su justo medio”, recalcó.
En este sentido, enfatizó que la Ley de Autonomías no contradice la Constitución Política del Estado (CPE) respecto a las demandas que tiene en estos momentos los indígenas de tierras bajas.
“Los indígenas tienen plena aplicación para determinadas actuaciones; por ejemplo, decidir si un pueblo indígena se convierte en un territorio autónomo, para constituir el órgano deliberativo que va elaborar el proyecto de sus estatutos autonómicos, pero no pueden decidir aplicar los usos y costumbres a una consulta que debe establecerse mediante referéndum. No podemos presumir que en una jurisdicción territorial todos los pobladores quieran pertenecer a gobiernos autónomos porque en esa jurisdicción también pueden haber pobladores no indígenas”, explicó.
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