Uagrm y el memorismo en exámenes de admisión

En el intento de ingresar a la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), los bachilleres examinados reprueban en un alto porcentaje.
Los instrumentos de evaluación y selección de la Uagrm son inadecuados y hasta nocivos. Éstos sólo apuntan a la memoria mecánica incapaz de generar un cambio efectivo de conducta; repetir algo de memoria es una cosa y aprender significativamente es otra.
El memorismo es una perniciosa práctica pedagógica que concede más importancia a la memoria que al desarrollo de la inteligencia; supone que los alumnos son receptores pasivos que guardan la información, la momifican enciclopédicamente en la memoria sin criterios prácticos.
La Uagrm no elabora pruebas de ingreso para alumnos inteligentes, para los verdaderamente capaces. No selecciona a los creativos, a los perspicaces. Por lo menos debería escoger a los que saben más, pero se conforma con los memoristas. El banco de preguntas del PAB y la PSA es un cementerio de preguntas y respuestas que certifica lo que aquí decimos. Por lo tanto, urge un cambio en la política de admisión de la Uagrm.
El memorismo ha contaminado todo el sistema educativo. La mayoría de los contenidos de las unidades didácticas de la secundaria carece de proyección. Respóndase usted, amable lector, el tema de logaritmos, ¿de qué le sirvió en la vida práctica? ¿Usted recuerda algo de los logaritmos?
Los métodos se reducen a la clase magistral; el maestro habla y los alumnos escuchan. Es la pedagogía del tarechi. Pregunte a cualquier profesor sobre el constructivismo y le dará un sinfín de respuestas dogmáticas, luego observe lo que hace en sus clases. Casi nadie es constructivista en el aula.
El docente evalúa todo lo que han podido memorizar sus sacrificados alumnos. El conocimiento adquirido con este método no se arrastra por mucho tiempo. Pronto sobreviene el olvido casi total, porque los alumnos estudiaron sólo para ese examen. Si recuerdan algo, es un conocimiento sin trascendencia, sin aplicación, inútil para la vida.
La transferencia es el paso didáctico más descuidado por los docentes. Transferir es utilizar, es aplicar en la vida real lo asimilado en el aula. ¿A qué aplicaríamos los logaritmos? Sin transferencia no hay aprendizaje significativo a largo plazo. Es difícil formar alumnos críticos y razonadores con profesores que valoran la simple memoria.
Tanto en primaria como en secundaria aprender es memorizar, es tener conocimientos vacíos de significación lógica y psicológica, y aprendidos sin secuencia. Muchos de ellos se los adquiere sin interés, sin motivación, sin alma. Para pasar de curso hay que aprender cosas huecas, vanas, odiosas. La memorización mecánica, el olvido y ciertos métodos didácticos son nuestros principales demonios pedagógicos. Y parece que estos demonios se campean, también, en las aulas universitarias. Tal es nuestra percepción.

Alberto Santelices Salomón
* Asesor pedagógico de la Federación de  Profesionales
de Santa Cruz


Nota: El deber

0 Comentarios

Leer Noticias : × +