Copiapó / Agencias y El Mercurio.- El boliviano Carlos Mamani decidió quedarse en Chile. A la par, su familia política desechó cualquier posibilidad de retorno a Bolivia, a pesar de la intención de Evo Morales de traerlo, para lo que incluso puso a su disposición el avión presidencial, ayer en la localidad chilena de Copiapó.
Carlos fue el cuarto de los 33 mineros que salieron a la superficie en la cápsula Fénix II, desde las 23.10 (hora boliviana) del lunes. Estuvo 69 días en cautiverio, a 700 metros de profundidad en la mina San José. Su esposa, Verónica Quispe, criticó duramente que Morales no llegara para el momento de su rescate, a las 02.09 del martes.
Apenas salvado, Carlos se hincó y elevó su brazo derecho para emitir una frase de alegría: “Gracias a Dios”. Luego abrazó a su compañera y a su hija, Emily. El siguiente fue el presidente chileno, Sebastián Piñera, quien portaba la tricolor boliviana y al que le dijo emocionado: “Muy agradecido”.
Verónica ya adelantó el lunes que el regreso de la familia Mamani Quispe a territorio boliviano estaba en duda y que hablará del tema con Carlos. La mujer, de 24 años, dijo entonces: “No estoy segura de decir si me vuelvo a Bolivia o no con mi esposo e hija, porque tengo que hablar primero con mi esposo de manera muy seria”.
El Primer Mandatario boliviano llegó ayer por la mañana al hospital de Copiapó con la misión del retorno de Carlos, quien allí recibe tratamiento junto con sus otros 32 compañeros de un infortunio que terminó en un milagro. Morales estuvo acompañado por el presidente Piñera, Verónica y otros familiares del orureño.
El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, le informó que Carlos está en óptimas condiciones, por lo que podía emprender inmediatamente su retorno a Bolivia. No obstante, el minero le dijo a Morales que prefiere quedarse en el nosocomio con sus amigos al menos 48 horas más.
El Presidente aseguró que hay predisposición de Carlos para volver a Bolivia, pero aclaró que ello es una decisión personal que deberá discutirla con sus allegados. Además, reiteró que aquí lo espera una fuente laboral segura. Al respecto, se supo que el trabajo sería en la estatal petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), sin olvidar que el Gobierno le ofertó igual una vivienda.
Pero María Herrera, suegra del orureño, reveló a Erbol que la familia se quedará en Chile porque no hay las condiciones necesarias para retornar a Bolivia. Por ello, prefieren quedarse en el país trasandino que los acogió y ahora les ofrece mejores condiciones laborales y estabilidad económica.
“En Bolivia no hay condiciones para vivir, yo tuve que dejar abandonada mi casa en Cochabamba”, afirmó Herrera, a tiempo de señalar que el ofrecimiento de Evo Morales no “es nada seguro”. Carlos es huérfano y sólo tiene a su esposa y a sus suegros como familiares cercanos. Por ahora, el heroico boliviano no se mueve de Chile, y, por lo visto, ahora labrará su futuro en el país vecino.
Nota : La Prensa
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