Respaldo a ley productiva sobresalió esta semana en Bolivia

La Paz, 2 jul (PL) El respaldo popular a la promulgación de la Ley de Revolución Productiva, Comunitaria y Agropecuaria para garantizar la seguridad alimentaria sobresalió esta semana en Bolivia.


  En días recientes el presidente Evo Morales promulgó esa norma al destacar la necesidad de combatir el problema alimentario, provocado por el cambio climático y por las irracionales políticas de industrialización implementadas por algunas naciones desarrolladas.

Por ello, consideró que Bolivia debe alcanzar la soberanía en ese apartado y exportar productos a fin de captar recursos que puedan invertirse en el bien de la población.

Asimismo, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero consideró que es esencial sustituir importaciones para disminuir la dependencia externa.

Por tal razón, Romero indicó que la norma apoyará a los productores con créditos, seguro agrícola, promoción del consumo nacional y conservación de áreas para la producción, entre otros.

La creación del seguro agropecuario subsanará los perjuicios provocados por fenómenos naturales a raíz del cambio climático, ocasionado por la irracionalidad del sistema capitalista, precisó.

También durante esta semana sobresalió la aprobación del proyecto de Ley que denuncia la Convención de Viena sobre Estupefacientes de 1961, a fin de sacar el masticado de la hoja de coca de la lista de estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El presidente del Senado, René Martínez, aclaró que la observación es solo al artículo 49 de la Convención Única de 1961, donde el masticado de la hoja de coca o acullico es considerado o se confunde con conceptos de estupefacientes.

Al respecto, el senador del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS), Adolfo Mendoza, aseguró que Bolivia tiene dos tercios de respaldo en la ONU para reivindicar esa práctica ancestral.

Mendoza precisó que para colocar esos temas en la agenda de la ONU deben presentarse las propuestas con seis meses de anticipación.

Explicó que el proyecto establece que la nación andina seguirá cumpliendo con todos los elementos comprometidos en la Convención, tales como la lucha contra el narcotráfico y el tratamiento que se da a las sustancias controladas.

En días recientes el canciller, David Choquehuanca, aclaró que Bolivia denunció artículos de la Convención de Viena de 1961 de las Naciones Unidas sobre la lucha antinarcóticos que desestiman la cultura de los pueblos.

Apuntó que su país no se retiró de la Convención, sino que manifestó su desacuerdo con los mecanismos que mantienen a la hoja de coca en la lista de estupefacientes.

Choquehuanca añadió que de esa forma buscan defender el masticado de la hoja de coca, prohibido por ese tratado y que forma parte de las tradiciones culturales de Bolivia y otras naciones andinas.

Recordó que la Constitución Política del Estado, vigente desde febrero de 2009, declaró a esa planta Patrimonio Cultural, recurso natural renovable y factor de cohesión social, que en su estado natural no es estupefaciente.

El jefe de la diplomacia insistió en que la denuncia no quiere decir que su país se aleje del combate contra el tráfico de drogas, política que impulsa con resultados satisfactorios.

Igualmente en los últimos días resultó relevante la apertura de nuevos vínculos comerciales entre Bolivia y Argentina con la inauguración del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), lo cual permitirá aumentar los envíos de gas hacia la nación rioplatense.

La construcción de ese nuevo canal forma parte de los acuerdos binacionales pactados en marzo último cuando los presidentes Evo Morales y su par Cristina Fernández firmaron el contrato de exportación de gas natural.

Según el convenio suscripto, Bolivia debe enviarle diariamente más de 27 millones de metros cúbicos hasta 2026.

De acuerdo con fuentes oficiales, el GIJA exportará gas natural desde Campo Grande hasta Madrejones, en territorio boliviano, y del lado argentino hasta Campo Durán.

El mismo tiene una longitud total de 48 kilómetros, 13 en territorio boliviano y 35 en Argentina.

La tubería es de 32 pulgadas de diámetro para transportar con suficiencia el volumen comprometido.

La nación andina posee las reservas de gas necesarias a fin de promover millonarias inversiones en el sector de hidrocarburos.

Nota : Prensa Latina