Los periodistas de La Paz, pareciera que vivimos en un mundo esotérico, donde lo que parece, no es. Donde lo malo es bueno y lo que ayer fue bueno hoy es malo. Un ejemplo de ello, es la Sede Social de Periodistas de Mallasa, donde hace tiempo, pero mucho tiempo atrás, los periodistas podíamos sentirnos orgullos de contar con un centro de esparcimiento, donde concurríamos con nuestra familia.
Allí podíamos elegir donde ubicarnos, para degustar de un agradable chairo paceño acompañado del tradicional chicharrón de cerdo, ya sea en los agradables salones o en un bello jardín soleado o simplemente podíamos optar por un chapuzón en la piscina, en un juego de tenis (que de verdad nunca se utilizó) o en un partido de fulbito.
También se podía hacer uso de las cabañas para pernoctar con la familia gozando de todos los servicios y comodidades que brindaba nuestra Sede Social, incluso quienes visitaban en motorizados, podían resguardar los mismos en el amplio garaje.
Eso que era antes era bueno, hoy parece ser malo, y como van las cosas puede llegar a no ser nada. Según el actual Directorio, la deuda impositiva de la Sede Social de Mallasa, supera los 180 mil bolivianos, que no pagaron varios directorios.
A eso se suma, la lamentable dejadez de los directorios que no formalizaron el derecho propietario de nuestras oficinas ubicadas en el Edf. Las Torres (Av. 6 de agosto). Sabían colegas periodistas que estos bienes no está registrado a nombre de la Asociación de Periodistas?
Actualmente, casi 1.500 periodistas y comunicadores sociales se encuentran registrados en la Asociación de Periodistas de La Paz, de los cuales aproximadamente 150 son socios activos, la mayoría ya de la tercera edad, que hoy no tienen la opción de ocupar aquello, que muchos de estos periodistas, seguramente ayudaron a edificar, ¿No es para llorar? Hasta cuando pues, tenemos que dejar nuestros derechos y responsabilidades en manos negligentes e irresponsables.
Fuente : Sandra Marca
Allí podíamos elegir donde ubicarnos, para degustar de un agradable chairo paceño acompañado del tradicional chicharrón de cerdo, ya sea en los agradables salones o en un bello jardín soleado o simplemente podíamos optar por un chapuzón en la piscina, en un juego de tenis (que de verdad nunca se utilizó) o en un partido de fulbito.
También se podía hacer uso de las cabañas para pernoctar con la familia gozando de todos los servicios y comodidades que brindaba nuestra Sede Social, incluso quienes visitaban en motorizados, podían resguardar los mismos en el amplio garaje.
Eso que era antes era bueno, hoy parece ser malo, y como van las cosas puede llegar a no ser nada. Según el actual Directorio, la deuda impositiva de la Sede Social de Mallasa, supera los 180 mil bolivianos, que no pagaron varios directorios.
A eso se suma, la lamentable dejadez de los directorios que no formalizaron el derecho propietario de nuestras oficinas ubicadas en el Edf. Las Torres (Av. 6 de agosto). Sabían colegas periodistas que estos bienes no está registrado a nombre de la Asociación de Periodistas?
Actualmente, casi 1.500 periodistas y comunicadores sociales se encuentran registrados en la Asociación de Periodistas de La Paz, de los cuales aproximadamente 150 son socios activos, la mayoría ya de la tercera edad, que hoy no tienen la opción de ocupar aquello, que muchos de estos periodistas, seguramente ayudaron a edificar, ¿No es para llorar? Hasta cuando pues, tenemos que dejar nuestros derechos y responsabilidades en manos negligentes e irresponsables.
Fuente : Sandra Marca
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