Las primeras investigaciones identificaron a los hermanos Hurtado como los principales sospechosos del asesinato del capitán de Policía José Carlos Aldunate Meneses, ocurrido el 19 de septiembre por la mañana en la puerta de su domicilio, ubicado en el barrio Las Hamacas, informó ayer el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.
Aguilera indicó que presuntamente los hermanos Erick y Osvaldo Hurtado son parte de una organización criminal con antecedentes. Explicó que atacan a los “sapos” o soplones y que estuvieron en el ataque al testaferro de Marset, alias “El Colla”.
Según el viceministro los dos sospechosos tienen los mismos rasgos que los hermanos. “Erick Hurtado Aguilera y su hermano Osvaldo, han participado en este hecho. Lo afirmamos haciendo comparaciones de cómo caminan, de la contextura física y el modo de operar”, aseveró.
Negó que el asesinato del capitán Aldunate haya sido motivado por “ajuste de cuentas”, sino considera que fue por “represalia” o “vendetta” del crimen organizado. Las mismas personas son buscadas y tienen antecedentes por intentar matar a “El Colla”, el testaferro del narco Marset.
“Creemos que el asesinato es una represalia del crimen organizado frente a quienes combatimos estas mafias, que indudablemente están vinculadas a sicariato”, dijo Aguilera en Santa Cruz.
Explicó que, si fuese ajuste de cuentes, tendrían que existir algún vínculo con un narcotraficante, pero en el caso del capitán no se ha encontrado ningún lazo de ese tipo.
“Al contrario estamos en la certeza de que esta es una vendetta del crimen organizado y obviamente una vez que tengamos aprehendidas a estas personas sabremos por qué el objetivo fue Aldunate Meneses”, mencionó a Erbol.
Uno de los sicarios compartió un video en RRSS en el que niega ser el autor y sindicó a Misael Nallar.
Caso del “Colla”
El atentado contra el “Colla” ocurrió el 2 de septiembre de 2024, presuntamente por encargo del “Teddy”, un piloto de nacionalidad paraguaya que intentó quedarse con la organización de Marset, según las declaraciones.
Entonces, se reportó que un grupo de sicarios interceptó al testaferro de Sebastián Marset en la zona de La Enconada, en Cotoca (Santa Cruz), matando a Yermy Pastor Zampiery y dejando herido con cinco impacto a Erland Ivar García alias “El Colla”.
Bienes
Respecto a las dudas sobre los bienes del capitán, el Viceministro confirmó que el vehículo que usaba Aldunate correspondía a un proceso judicial y se esperaban las gestiones para devolverlo. Sobre su domicilio, justificó que la construcción fue realizada con una herencia que recibió el padre del oficial.
Los familiares confirmaron el dato.
Del Castillo y la investigación
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció que la investigación se intensificará.
“El mejor talento humano (de la Policía) se va a trasladar para continuar con las investigaciones, se están barajando tres hipótesis, no queremos adelantar ninguna de ellas hasta no tener todos los elementos técnicos y científicos para poder demostrar qué fue lo que realmente ocurrió en Santa Cruz”, declaró.
Muertes en San Ignacio, aisladas y por territorio
De acuerdo con las primeras investigaciones, las tres muertes en San Ignacio , en la Chiquitanía, están vinculadas con una disputa de tierras y no tendrían una conexión con la muerte violenta del capitán de policía José Carlos Aldunate, según el viceministro Jhonny Aguilera.
“Es un hecho que no tiene nada que ver con el sicariato, pues lo que se ha llegado a establecer en esta propiedad Santa Mónica, distante a 150 kilómetros de San Ignacio de Velasco (…) que la razón de estas muertes es una disputa por territorio”, indicó.
Las víctimas fueron identificadas como: Guillerme Pablo Merguen, de 41 años, de nacionalidad brasileña; un hombre conocido como el “Gordito”, de 28 años; y Claudemilson Eduardo Silva Yurupide 25 años. Estos dos últimos de nacionalidad boliviana.
Después de varios allanamientos se arrestó a un ciudadano menonita y a dos personas más.
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