La Paz - Bolivia.- El proyecto de la carretera bioceánica que unirá los puertos del Pacífico y Atlántico debe ser aprovechado por Bolivia para dar una solución a la mediterraneidad nacional y para ello es importante trabajar en las relaciones con Brasil y Chile, explicó el investigador Roberto Gonzales a EL DIARIO.
La obra internacional que debía ser entregada en diciembre pasado en un encuentro de alto nivel entre los presidentes Evo Morales de Bolivia, Sebastián Piñera de Chile y Luiz Inacio Lula da Silva, entonces mandatario de Brasil, aún no fue concluida, pero sólo faltarían unos 60 kilómetros para su habilitación. El Corredor Bioceánico, según explicó el entrevistado, sería más beneficioso para los países vecinos en caso de que el Gobierno central no tome los recaudos para negociar una consolidación comercial interna y la solución a la mediterraneidad nacional como una compensación por el uso y tráfico de suelo boliviano.
“Brasil y Chile están entre las más pujantes economías respecto a comercio internacional y están respaldadas por estrategias geopolíticas bien definidas e impulsivas. Abrir el territorio nacional mediante corredores que unan el Atlántico y el Pacifico, sin una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia implicaría para el país un mayor encierro similar al resultante del tratado de 1904. Dada la potencia económica y agresividad comercial de ambos estados, y el incipiente desarrollo industrial de nuestro país, sería ingenuo pensar que lograríamos beneficios. La compensación deber ser la reincorporación plena de Bolivia a la Cuenca del Pacífico”, dijo.
RELACIONES DE ALTO NIVEL
Gonzales aseguró que la Cancillería del Estado así como las autoridades gubernamentales manejan estos temas de manera reservada y sin dar mayores respuestas a la sociedad. Explicó que es importante reforzar las relaciones bilaterales con Brasil para impulsar la reintegración marítima nacional.
“Desde hace años como analista internacional he contactado al Ministerio de RREE haciendo llegar correspondencia y temas escritos desde el exterior, un ejemplar del libro que dio lugar a esta entrevista, se hizo llegar a la Cancillería sin ninguna respuesta. Reitero que la estrategia nacional debe desarrollarse integralmente y jerarquizarse a nivel presidencial. Será de vital importancia concretar una relación estrecha con el Brasil respecto al tema marítimo dado el interés de este país para llegar con sus productos a los mercados del Asia y el Pacífico”, sostuvo.
BRASIL Y CHILE GRAVITANTES
El investigador que elaboró un texto sobre la importancia del Corredor Bioceánico en la coyuntura actual, afirmó que Brasil y Chile son las principales naciones que pueden dar a Bolivia una solución a su demanda de reintegración al Pacífico, pero también los países de Sudamérica deberían analizar las posibilidades que existen en Bolivia como centro geopolítico del continente.
“Simplemente, si Brasil y Chile logran la reincorporación plena de Bolivia a la cuenca del Pacífico, se quitará el candado que la estrategia geopolítica de Chile, enmarcada en el siglo 19, impuso a Bolivia para aprovechar los recursos del cobre y el salitre. El conjunto de naciones sudamericanas, desde Venezuela hasta la Argentina deben ayudar a romper el cuello de botella de la mediterraneidad boliviana, para abrir un gran polo de desarrollo en la cuenca central de Sudamérica”, finalizó.
OBRA INTERNACIONAL
La inmensa obra que logrará unir los océanos Pacífico y Atlántico consta de 4.000 kilómetros, restando sólo 60 km por ser construidos. Según proyecciones, al menos dos millones de toneladas de carga anuales serán transportadas por el corredor, que hace parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA). La nueva vía unirá el puerto brasileño de Santos con los chilenos de Iquique y Arica, y atravesará los departamentos bolivianos de Santa Cruz, Cochabamba y Oruro.
Según datos de publicaciones internacionales, Bolivia invirtió $us 373 millones, destinados a pavimentar 611 kilómetros entre Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, y Santa Cruz de la Sierra. Brasil con $us 132.9 millones y Chile con $us 93.2 millones, para la pavimentación de 50 kilómetros de vía y la construcción de una aduana.
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