El criterio corresponde a la viceministra de Medio Ambiente, Cynthia Silva Maturana, quien en contacto con los medios de comunicación reveló algunos de los pormenores que rodean a la consulta en el Tipnis, como su organización, su procedimiento, la participación de las 69 comunidades y otros aspectos.
"El tiempo de consulta real puede llevar seis, siete meses, no tenemos un periodo cerrado, lo que queremos en este periodo de este mes (septiembre) es lograr acordar con las comunidades la posibilidad de hacer esta consulta que ellos establezcan de acuerdo a su propia normativa, los mecanismos, los procedimientos y podamos llegar a un acuerdo de cómo se haría esa consulta", afirmó la autoridad.
Como se conoce, una de las alternativas que lleva adelante el Órgano Ejecutivo es la realización de una consulta en el terreno donde habitan estas comunidades que muy bien podrían llegar a un número de entre 64 y 69, según explicó Silva.
"Incluso llega a 69 comunidades. Creemos que es debido a la manera de organizarse de los pueblos chimanes, que tienen cierto modelo de movilidad –si quieren llamarlo así- y entonces varía un poco el número de comunidades", dijo Silva al ser consultada al respecto.
La viceministra de Medio Ambiente explicó que la consulta previa "en el fondo es un trabajo profundo que debemos hacer comunidad por comunidad".
"La intención es llegar a visitar todas las comunidades del Tipnis para levantar un poco su opinión sobre los procedimientos, los mecanismos, cómo debiera hacerse, de modo que se respete su propia organicidad. La visita del Presidente -que es para abrir este diálogo- está prevista para el fin de semana próximo (25 de septiembre en Puerto Pancho), aún se está definiendo, el Presidente seguramente hará el anuncio oficial", agregó la autoridad de Estado.
Manifestó que paralelamente se trata que "la consulta incorpore el diseño conjunto posible de esa posible carretera de por dónde pasaría, el tipo de carretera, las medidas ambientales a tomar. De manera que no sea una consulta por el sí o por el no, sino que realmente sea un proceso de construcción colectiva junto con las comunidades del Tipnis".
Consultada si se les va a explicar el impacto ambiental en la zona y sus consecuencias, la viceministra Silva sostuvo que "es más, el análisis del impacto ambiental debería hacerse de manera conjunta con ellos; pero todos sabemos que en la medida que no se pueda limitar la presencia de avasallamientos de colonizadores hay un mayor impacto. En la medida en que podamos cumplir la promesa del Presidente de establecer una norma y de mecanismos de control efectivos, pues el impacto será menor, entonces todo –en el fondo- va de la mano".
A tiempo de señalar que en el único ámbito que está reglamentada esta situación es en el área de hidrocarburos, explicó que se prepara un documento cuando ya se tiene el diseño del proyecto, que detalla con "mucha claridad y sencillez el tipo de proyecto, el tipo de impacto socio ambiental, etcétera y ese documento se lleva a reuniones de análisis primero, de conocimiento previo".
"La gente, primero tiene que entender qué es lo que se le va a consultar; una vez realizado ese procedimiento recién es que se entra a un evento de consulta, que tanto puede ser una asamblea de capitanes, puede ser un taller de trabajo, pueden ser numerosas asambleas eso depende del pueblo indígena con el que se esté trabajando", aseveró.
Consultada nuevamente del tiempo que toma este proceso respondió que: "esperamos seis, siete meses, un año, se hará el diseño de la carretera el proceso de consulta, el proceso de estudio de impacto ambiental para que pueda entrar el trámite para solicitud de licenciamiento ambiental".
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