El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, proyectó que Bolivia obtendrá ingresos superiores a los $us 500 millones este año, por ventas de urea y NPK, dos importantes fertilizantes para la producción agrícola.
La Planta de Amoniaco y Urea (PAU), instalada en el departamento de Cochabamba, obtendrá ingresos por unos $us 300 millones por las ventas de su producción.
“Si a eso nosotros agregamos (…) la planta de NPK, que está en proceso de construcción en Cochabamba, esos ingresos, sin duda, estarían superando hasta los 500 millones de dólares, solamente, en fertilizantes provenientes de la EBHI (Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos) y la planta de urea en Cochabamba”, explicó.
De acuerdo con los datos oficiales, la construcción de la Planta NPK, en el Parque Industrial Santiváñez, ubicado también en Cochabamba, reportó un avance físico de 20,71% a septiembre de 2022, por lo que se prevé su conclusión este año, según el cronograma establecido.
Este proyecto, también llamado Planta de Producción de Fertilizantes Granulados, se ejecuta para contribuir al potenciamiento y consolidación de la estrategia nacional de mejoramiento de la productividad agrícola y la seguridad alimentaria con soberanía.
Es edificado con una inversión de Bs 62 millones, generará alrededor 2.100 empleos (entre directos e indirectos) y tendrá una capacidad de producción de 60.000 toneladas (t), con lo que abastecerá el 100% de la demanda del mercado interno.
Su administración estará a cargo de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).
En tanto que la Planta de Amoniaco y Urea, que es administrada por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), es uno de los primeros proyectos de industrialización consolidado en Bolivia.
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