La Policía precintó un domicilio para las pesquisas.
Calacoto, Achumani y Cota Cota son los tres barrios de la zona Sur que están en la mira de la Policía por la organización de fiestas clandestinas, que las suelen frecuentar menores de edad. Este año hubo cinco intervenciones.
Bebidas adulteradas, preservativos, pastillas para el día después y sustancias controladas se ofrecen en estas fiestas clandestinas de La Paz, promocionadas a través de las redes sociales con días de anticipación.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la zona Sur, mayor William Roldán, informó a LA RAZÓN que gracias al trabajo de la Unidad de Cibercrimen lograron dar con estos lugares donde se organizan estas fiestas.
Explicó que el modus operandi de los organizadores es captar a la mayor cantidad de menores de edad, a través de las redes sociales, a quienes les citan en diferentes puntos de la zona Sur para venderles unas manillas que son el pase para entrar a la fiesta.
Posteriormente, los agregan a un grupo de WhatsApp y una hora antes les dan la dirección de dónde será la ‘diversión’.
“Los organizadores de estas fiestas utilizan a jóvenes para captar a otros menores y para evitar el control policial. Estos jóvenes se citan en varios puntos de la zona Sur, venden manillas a un precio de entre 30 y 40 bolivianos, lo cual les da derecho a ingresar a la fiesta y que los agreguen a un grupo de WhatsApp”, explicó el jefe policial.
Posteriormente, a través de esa red social, faltando una hora para que comience la fiesta, recién envían la ubicación del domicilio donde se realizará el evento y tras recibir esta notificación recién los jóvenes acuden a la fiesta.
HABITACIÓN.
En el último operativo, este sábado, personal de Inteligencia verificó que dentro de la casa intervenida había una habitación denominada “cuarto del perreo”, donde pagando un cierto monto de dinero pueden entrar parejas para mantener relaciones sexuales. “Este cuarto era alquilado a los jóvenes por el lapso de 10 a 15 minutos, allí podían ingresar una, dos o tres personas para tener intimidad”, añadió Roldán.
El mayor expresó su preocupación, primero por el descuido de los padres de familia para con sus hijos y porque en las cinco intervenciones se hallaron a adolescentes intoxicados.
Los organizadores fueron aprehendidos y puestos a disposición del Ministerio Público. Están acusados por el delito de corrupción de menores.
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