> Según la Relatoría Especial de CIDH, los incendios forestales tuvieron un fuerte impacto, incluyendo el desplazamiento de poblaciones locales, la alteración de medios y modos de vida, y el deterioro de los recursos naturales.
La deforestación sin precedentes en Bolivia está “impulsada por un marco normativo que facilita el desmonte y la quema de bosques”, estas normas son conocidas como “leyes incendiarias”, según observaciones del relator especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Javier Palummo.
“Los incendios forestales tuvieron un impacto significativo, incluyendo el desplazamiento de poblaciones locales, la alteración de los medios y modos de vida, y el deterioro de los recursos naturales esenciales para la subsistencia de las comunidades”, señala el informe.
El informe sostiene que se documentó afectaciones en la educación de niños y adolescentes por pérdida de clases y daños a la salud mental de las comunidades, traducidos en niveles significativos de estrés y ansiedad. Por otra parte, las comunidades enfrentaron mayores niveles de contaminación con efectos inmediatos como el aumento de enfermedades respiratorias agudas y riesgos a largo plazo para la salud cardiovascular y pulmonar.
Los miembros de la Relatoría Especial estuvieron de visita de trabajo en Bolivia, entre el 9 y el 11 de diciembre. En esta estadía mantuvo reuniones en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y San Ignacio de Velasco.
La Redesca recogió datos oficiales que muestran que, en Santa Cruz, más del 60% de las hectáreas afectadas fueron áreas boscosas, mientras que un 38% del territorio de pueblos indígenas resultó impactado.
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