Abren diálogo en Sucre con presión y sin Evo


Obligados por campesinos, que impidieron su vuelta a Potosí, los dirigentes tuvieron que sentarse a negociar anoche con cinco ministros

Un centenar de campesinos armados con palos y con la bronca a flor de piel cambió el curso de las negociaciones del conflicto en Potosí.
Ayer, a las 17:10, cuando parte de la comisión negociadora que se desplazó el jueves a Sucre regresaba a Potosí, un grupo de campesinos apostados en Pampasoico, a 15 kilómetros de la tranca de Millares, no dio paso a la comitiva y cuando los periodistas se bajaron a informar sobre el estado de las negociaciones fueron perseguidos a palos y se salvaron por poco de ser linchados.
Los campesinos, luego de apalear al dirigente de la prensa potosina, Benigno Castillo, se ensañaron con los vehículos, obligándolos a retornar a Sucre con un mensaje: negocien con los ministros en Sucre.
Y así fue. Después de 16 días de protesta, los cívicos potosinos accedieron a abrir seis comisiones de trabajo, cada una encabezada por un ministro del área para tratar las demandas potosinas.
Los comunicadores regresaron hasta El Abra de San Miguel, donde se encontraron con parte de la comitiva que avanzaba hasta Potosí.
Al cierre de esta edición, los potosinos elegían a los dirigentes que encabezarían cada una de las comisiones para comenzar con las negociaciones de forma inmediata.
El Gobierno, a través del ministro de Autonomías, Carlos Romero, agradeció al pueblo potosino por reconducir el diálogo y conminó a la dirigencia a “dejar de lado la conspiración política”.
Las noticias que llegaban a Sucre desde Potosí no eran buenas. La guerra de nervios estaba instalada. Por un lado, unas fuentes aseguraban que toda la población estaba en la plaza esperando a la comisión para pedir explicaciones sobre por qué no regresaron luego de percatarse de la ausencia del presidente Evo Morales.
Por otro, había voces que informaban de la marcha de campesinos hacia la tranca de San Antonio, donde hay cinco kilómetros de vehículos retenidos, para desbloquear y que mineros cooperativistas y universitarios se habían movilizado para reforzar los bloqueos. Los dirigentes desplazados a Sucre se encontraban entre la espada y la pared y decidieron ingresar a dialogar.
El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, fue el encargado de mostrar las cartas del Ejecutivo en la negociación. Primero, sobre el diferendo limítrofe entre Potosí y Oruro, descartó un referéndum porque la consulta es sólo aplicable para municipios de un mismo departamento; dijo que las macrorregiones definidas en la Ley Marco de Autonomías no implican la creación de una jurisdicción política administrativa, y que tampoco es posible que los ayllus de Oruro y Potosí creen una autonomía indígena en la zona de conflicto porque ésta sólo puede existir dentro de los límites departamentales.
Respecto de la construcción de la vía entre Bellavista y Vitachi-Cotagaita, Coca destacó que el Gobierno pagó el 100% de la obra a la empresa brasileña OAS y que la reanudación de las obras es inminente.
Sobre el complejo Karachipampa, explicó que en 2007 la fundición fue concedida a la empresa Atlas Preciuos Metals, que se comprometió a invertir $us 85 millones, de los cuales sólo desembolsó $us 2,3 millones, cuando ya debía haber invertido $us 79 millones. Sobre la instalación de dos fábricas de cemento, una en Oruro y otra en Potosí, Coca aseguró que se han invertido Bs 6,18 millones en los estudios técnicos que han identificado al yacimiento Quiburi, en el municipio de Uyuni, como apto para la instalación de la factoría, puesto que posee seis veces más piedra caliza que el cerro Pagua, en litigio entre ambos departamentos.
El Gobierno considera que ha cumplido con todas las demandas. Sin embargo, los dirigentes esperan que las negociaciones pongan las promesas en documentos firmados con puño y letra.
Mientras tanto, los cívicos orureños se encontraban ayer esperando los resultados del diálogo abierto en Sucre y anunciaron que el lunes analizarán si van o no a una huelga.
Oruro amenaza con ‘desestabilizar’ El secretario general del Gobierno Autónomo del departamento de Oruro, Edgar Sánchez, advirtió ayer que si las organizaciones representativas y cívicas de Oruro se movilizan en defensa de los límites territoriales del departamento, se desestabilizaría la administración del presidente Evo Morales.
 Sánchez declaró a los medios que esperan que el diferendo limítrofe con Potosí sea solucionado en el marco de lo justo, pues caso contrario los orureños ejecutarían futuras medidas de presión. "Si Oruro se moviliza, nosotros sí que desestabilizaríamos al Gobierno", dijo el funcionario. En tanto que el Comité Cívico de Oruro dio un plazo hasta este fin de semana al Gobierno para que busque una solución al conflicto de límites con Potosí, por la vía del consenso.
"Caso contrario, a partir del próximo lunes, Oruro también asumirá sus medidas de presión", advirtió el presidente del Comité Cívico, Lino Rocha Céspedes.
El dirigente repudió también la actitud inhumana de los líderes cívicos de Potosí, quienes con su posición radical no midieron las consecuencias negativas para su departamento, pues en la práctica secuestraron a más de un centenar de turistas extranjeros imposibilitados de salir de Potosí.
106 personas fueron dadas de bajaAl ingresar al decimosexto día de paro indefinido y al séptimo día de huelga de hambre en Potosí, ya son 106 las personas que fueron dadas de baja de los más de 100 piquetes de huelga de hambre instalados en la capital de la Villa Imperial. Entre las bajas está el gobernador potosino, Félix Gonzales.
Los vecinos potosinos anunciaron radicalizar sus medidas de presión con crucifixiones masivas, ante la "falta de sensibilidad del presidente Evo Morales, "que se niega a asistir al diálogo en Sucre y opta por realizar otro tipo de actividades antes que atender las demandas del pueblo potosino.
"No es posible que este pueblo que voto por el presidente Evo Morales ahora tenga que ver la soberbia del gobierno y sus ministros que no quieren atender nuestras demandas. Si quieren muertos, muertos tendrán", dijo Silvia Fernández, que junto a su familia apoya las movilizaciones en contra del Ejecutivo.
Con la salud deteriorada y bajo los efectos de no haber ingerido alimentos, los 106 huelguistas fueron evacuados hasta los centros de salud en Potosí que también sienten los efectos del bloqueo y no cuentan con medicamentos e insumos para atender a las víctimas.

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